Etiquetado: Un Ñeta Enamorado de otro Hombre

Faster #52

–          ¿Comemos en ese asador de carretera?
–          No es un asador de carretera, es el Palacio de la Moncloa.
–          Pues parece un asador de carretera.
–          Es verdad.

¿Sabéis que de camino a Madrid hay asadores de carretera que parecen palacios y palacios que parecen asadores de carretera? It’s true.

¡Hola Madrid, aquí estamos! Somos los de fuera que venimos el fin de semana a liarnos con el torno del metro, a hacer fotos a las tapas de los bares  y a ocupar los asientos del Circo del Sol hasta que la obra social de la Caja de Ahorros lo traiga a nuestra ciudad. Venga, vamos a dar una vuelta, pero antes espera que quiero entrar en Vips a comprar un libro de Taschen.

Genial.

Madrid es una ciudad que abre los brazos a los de fuera porque está hecha de gente que llegó al tuntún como nosotros,  gente que hace dos días como quien dice estaba por ahí recogiendo cebollas o administrando la sección de Movidas de una web. Miles de historias de familias que emigraron desde el campo, que eran 10 hermanos y uno que murió y hubo que ganarse la vida.

Yo reivindico Madrid. Es necesario porque existe en nuestro país una opinión generalizada de rencor hacia la capital, el rencor rufo que diría un zamorano, todos esos que ponen caras cuando se menciona Madrid, que argumentan “no, es que es una ciudad demasiado grande, muy anónima, que los ancianos se mueren solos en sus pisos…”……….¡Pero si tú también estás solo! ¡Que llegas a casa por la noche y en la nevera tienes lo mismo que por la mañana! ¿Te apetece un filete? Pues no hay.

No hagáis caso a los resentidos contra Madrid. No os dejéis engañar, la mayoría sólo están proyectando frustración. Si pudiésemos leer su pensamiento, meternos en lo más hondo de su melón, nos sorprenderíamos:

El nacionalista: “digo que no me gusta Madrid por lo del poder central, pero reconozco que me da envidia que tengan más Opencor”.

El monárquico: “envidio Madrid porque allí hay un Rey de verdad y en mi ciudad sólo un hostelero que se autoproclamó Rey del Jamón”.

El empresario: “si viviese en Madrid iría a todas partes  en teleférico”

Claro que sí, sube al teleférico y disfruta de Madrid, sal por sus bares a gritar Chiquillaaaaaa! cuando pinchen Seguridad Social, que no te dé vergüenza señalar por la calle los rótulos de las empresas y todo lo que llame tu atención:

–          ¡Mira, la sede de Legálitas!
–          ¡Cuántos negros!
–          ¿Ése de ahí no es Mario de La Unión?
–          ¡No lo sé! ¡Y mira qué cantidad de ropa vieja y cuántas gafas sucias!
–          ¡Sí,  son las gentes de Fuencarral!

(Pero tampoco seas socarrón con el estilo Fuencarral que tú disfrutas a tu gusto rebuscando en tiendas de sombreros rotos y andrajos que luego no te atreves a vestir cuando vuelves a casa, que te dice tu novia “¿por qué no te pones hoy para salir la pechera militar que te compraste en Madrid, que te queda muy bien?” y tú “bueno, ahora vamos, venga, otro día, que ya he llamado al ascensor…”…. Qué vergüenza. Eres un apocado. En la vida no eres de los que llevan la cámara de fotos, eres de los que van cargando con la funda).

Eso sí, en Madrid no todo es cosa rica. Hay más pintas, por ejemplo, pero pintas de las que en principio no van a crear tendencia ni hoy ni mañana. Pintas como las que aparecían en las portadas de Barricada, ¿te acuerdas?

Y hay más delincuencia, claro. No conviene frecuentar según qué zonas por si aparece algún ñeta, eso ya lo sabes. Ante esta incómoda posibilidad, recuerda siempre: si una banda de delincuentes se cruza en tu camino, no la evites. Enfréntate a ellos, centrándote a ser posible en que parezca el cabecilla. Azúzalo bien y oféndelo con gesto altivo. En el momento en el que te vayan a matar aparecerá el verdadero líder de la banda, gritará “¡quieto!”y, agarrando el brazo al que estaba a punto de machacarte, dirá “me gusta este tipo, tiene agallas. Soltadlo”. Y así te salvas.

O eso aseguran.

Si funciona déjame un comment, por favor.

Vilque; León de Aranoa y Pleno Empleo son dos conceptos que chocan

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