Uno de los momentos más bonitos de mi vida fue el otro día: estaba como todas las noches, mirando embobado cómo bajaban los archivos en Soulseek, con la carica pegada a las manos delante de la pantalla del ordenador, que de pequeño entre Ronda y Utrera me llamaban Arfonzito el Hechizao, canturreando ‘vuela alto, vuela alto…….pajarillo azul……….’ cuando de repente empecé a ver que los archivos desaparecían literalmente! empezaron a bajar a 100, a más de 100!! 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31 y así hasta 100 ya os podéis imaginar de qué iba la cosa, tened en cuenta que yo escribo con dos dedos y me fatigo. Además, mi teclado es de los duros y cuando mando un mail siempre me como letras de las palabras, pongo cosas como ‘e una ocaión ingular la e que el ólar eté evaluado’ y a la persona que lo recibe le da la impresión de estar leyendo un chiste de gangosos

Bueeeeeeno bueeeeeeeeeeno bueno, entonces qué me decís de Internet, de sus velocidades? Qué locura, vaya espectáculo! Y pensar que hay tanta gente de nuestra Galicia, d’a nosa terriña, d’o país da cucaña, que viene y va sin parar cuando tiene aquí en casa maravillas que ni siquiera conoce!

Contemplando estos y otros fenómenos de belleza espontánea, me doy cuenta de que tenía razón Thoreau cuando decía que no hay necesidad de abrir un libro cuando el libro de la naturaleza está permanentemente abierto ante nuestros ojos, aunque luego se descubrió que lo que pasaba era que a Thoreau no le gustaba nada leer…..

Vilque; la expresión ‘comsí comsá’ ha caído prácticamente en desuso

Publicado originalmente el 20/03/07