Faster #37

Estoy entusiasmado con mi nueva vida en Coruña, bullendo de alegría igual que las moscas de agosto en el baño de una gasolinera, pero, cómo era la vida que llevaba hasta ahora en Orense junto a mis tías, la que acabo de dejar atrás?

Era una existencia plácida, sin sobresaltos, feliz

Compartíamos una casa donde el tiempo parecía haberse detenido, no diré en los años 40 ni antes de que llegasen las privadas, pero sí en otro parámetro que no se correspondía al del exterior. Era una atmósfera parecida a la que describen las canciones de Vainica Doble, os dais cuenta? Con esas letras de…

‘Recuerdo tardes de invierno y de chocolate a la taza y picatostes en casa de la abuela Inés, que calcetaba una capotita a la luz de un quinqué, mientras el gato bajo las faldas, con bolitas de anís, bolsitas de lavanda, hacía run run, miau miau, junto al brasero…Y la tabla del seis: seis por uno, seis, seis por dos, doce…..’

Que las escuchas y dices….Pero eso cuándo fue? De qué me estás hablando? Es una película de Víctor Erice?

Pues aquí igual, un día llegaba a casa a las 22, a las 23….Qué sé yo cuántas horas trabajaba? Y encontraba mis calzoncillos de marca Giulio, los de la marina italiana, tal y como los veis en la imagen, clasificados por mis tías en montones de nuevos y menos nuevos, según el desgaste de las polleras que una monja anciana y medio ciega se encargaba de zurcir

Estoy seguro de que hasta el despreocupado niño de Martínez, que durante dos años me observó desde su caja en lo alto del armario, tenía más complicaciones domésticas que yo….
Pero miradlo ahí en la foto al niño de Martínez, cómo se pone! a falta de uno, dos pastelillos!

Tienes un remolino en el pelo como todos los niños traviesos, insaciable glotón, y llevas pantalón corto porque eres un antiguo, te gustan los mantecados, te gusta la repostería de antaño, los caramelos de Solano….
Con lo seco que es el hojaldre de Martínez, que ningún bambino lo quiere!
Cuando vas al mercado y el panadero te regala un colín, también lo agradeces? No te importa que las migas ásperas ahoguen tu inocente paladar?
A dónde irás después, niño de Martínez? A dar de fumar a las ranas, a saltar la tapia de un huerto para robar fruta con una visera de las que tienen una hélice encima? Llévame contigo a tu mundo pasiego, niño de Martínez! te pareces a Jorge Sanz!

…………………………..

Pero bueno, aunque ahora me asalte la nostalgia por aquella casa, Orense y su provincia, he de reconocer que no siempre ha sido así

A los 17, 18 años, lo peor que me podía suceder, como joven mod, era que me obligasen a pasar el fin de semana en Orense, y no tanto por la ciudad, donde sólo parábamos a comer con mis tías, sino porque viajar a Orense significaba seguir camino para instalarnos durante dos días en…………..La aldea!

Entendedme. Yo quería ir a Londres, y mis padres me arrastraban más allá de Xinzo de Limia

Hoy, en casi cualquier pueblo de Galicia hay fanzines, scooters, bocatas, allnighters, lo que te dé la gana, pero entonces no era fácil conjugar modernismo y aldea, y yo me esforzaba desesperadamente para trampear a los sentidos e imaginarme que no estaba allí:

En el viaje de ida, por ejemplo, al pasar por el indicador de Baños de Molgas, entornaba los ojos hasta que me parecía que en el cartel ponía Bournemouth; cuando mi abuela nos servía potaje, volvía a entornarlos e imaginaba que eran Heinz Baked Beans; echaba el pie fuera de casa pocas veces, procurando hacerlo a la hora de la siesta, cuando no había nadie en las calles y podía figurarme que aquellas leiras eran los jardines del Village Green de los Kinks….siempre que algún pariente desconocido no saliese de la sombra y reventase mi ensoñación a gritos:
– Ois calandracas!! A dónde vas sin visera con este sol?!?

No, no era fácil mantenerse mod mientras apañaba las patatas que mi tío se encargaba de sachar vestido con un esquijama y unas botas de goma, y de fondo las campanas de la iglesia tocaban Negra Sombra

Llegó un momento en que tuve que admitir que las costumbres y rutinas de la aldea poseían una firmeza aplastante, capaz de machacar mis pretensiones estéticas como un mortero. Cada vez que la dejaba atrás para volver a La Coruña, pensaba:
En tu walkman suenan los Small Faces, sí, pero a tus pies llevas una bolsa llena de grelos y chourizos, don’t forget’

Quedó claro, en fin, que cualquier esfuerzo que pudiese realizar en contra resultaría tan vano como el de Pivote kon P, el famoso rapero tartamudo de la calle Gaiteira que intentaba encadenar su flow pese a las insalvables zancadillas que le imponía su propia condición:

Y-y-y-y-y-ya te te-te-te-te lo advierto, a-a-a-a-amigo, en-en-en la Gait-t-t-t-tei-gaiteira s-s-soy el pú-soy el pú-soy el pu-to-to amo, a-a-aquí, a-aquí mmmanda-manda-m-m-m-m-mmmando yo, e-e-e-el Pivó-el Pivó-el Piv-vo-vo-vote-te-te-te-te ko-kon P!

Vilque; al final, los del Dúo Dinámico son pareja o no?

Publicado originalmente el 23/03/08
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