Postales de Cangas
Cangas (me refiero a Cangas en Pontevedra, asturiano, esta vez no hablo de tu tierra) Cangas tiene un muelle de donde salen barcos a Vigo / que atraviesan la ría bandeando sin sentido.
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M.G., vecina de Cangas, es decir, Marga, me descubrió este verano un rincón de la villa (en estos casos de poblaciones de tamaño medio, a veces se te escapa lo de ‘pueblo’ pero rectificas por si a alguien le va a parecer mal) que merece recibir tanta atención por parte de los visitantes como los balcones de la calle del lirio o el característico sonido de sus organilleros. Se trata de la estatua a un benefactor, como la que puede haber en tu localidad y ahora mismo no te das cuenta. Una estatua que cuando te enfrentas a ella dice Sobriedad, dice Rectitud, dice Filantropía. Es esta:
Seguro que se trata de José Félix Soage Villarino. Seguro que su mecenazgo permitió que Cangas mantuviese su fuerza de trabajo y se situase en la vanguardia económica de Galicia. Seguro que además, cuando se lo cruzaban atajando por la Alameda, sus contemporáneos comentaban ‘Soage Villarino es un SEÑOR’.
Y claro que lo es, no hay duda. Yo exclamé lo mismo cuando Marga me llevó a dar la vuelta al monumento y desde la espalda del homenajeado me mostró esto:
Se ve, ¿no? ¿Tengo que apuntar con el dedo? ¿Mejor lo deletreo? Ahí va:
Miradlo. El brazo obrero que mueve las poleas y turbinas de la industria canguesa se ha convertido en una especie de pescuezo embravecido, una garganta inflamada que grita ‘así soy yo!’ con el orgullo de una península opulenta, hinchada y coqueta.
Es para verlo.
Aunque no me busques, me encontrarás.(José Soage Villarino. Filántropo)
oh dios¡¡ casi me caigo de la silla de partime el ojal. que bueno de verdad. visita al canto a Cangas en verano.
jaaaaaaaaaaaaaaa!
Ahi fuimos… os garantizo que desde en frente, justo de O porrón ( donde puedes tomar la 2ª mejor empanada del mundo) se ve. No es que tengas que mirarlo, es que te mira él a ti!
Ya sabéis dónde está lo bueno. Cangas: os tempos son chegados
jojojo pero Vilches! hoy me siento más canguesa que nunca… una embajadora, una filántropa :D
El trabuco, Marge, lo primero que me enseñaste de Cangas!